TECNICAS DE ESTELIZADOS

Técnicas de estilizado[editar]

En este enebro se han utilizado técnicas jin (ramas muertas) como shari (madera muerta en el tronco).
Los bonsái son manipulados y estilizados en forma cuidadosa para mantener la miniaturización, para aparentar antigüedad, y alcanzar los objetivos estéticos del horticultor. El estilizado de árboles también se realiza en otras prácticas como ser topiaria y niwaki. Sin embargo en el bonsái, el artista posee un control importante sobre cada elemento del árbol, porque es de dimensiones reducidas y es posible desplazarlo con facilidad y trabajar en él. La gran escala de los árboles naturales hace que el estilizado deba quedar limitado a la poda y a conformar el volumen exterior una vez durante cada temporada de crecimiento, sin realizar podas dentro de la fronda ni tampoco doblado de ramas individuales. En cambio en un bonsái que se prepara para exhibición, se evalúa sobre la conveniencia de podar o mantener cada hoja o aguja, y cada rama puede ser conformada con alambre todos los años. Dadas estas diferencias en cuanto alcance y propósito, para el estilizado del bonsái se recurre a varias técnicas de estilizado que o bien son exclusivas del bonsái o (si es que son utilizadas en otras formas de cultivo) se las utiliza de maneras especialmente adecuadas para alcanzar los objetivos de desarrollo del bonsái.

Eliminación de hojas[editar]

Esta técnica comprende la eliminación selectiva de hojas (para la mayoría de las especies de árboles caducifolios) o agujas (para las coníferas o algunos otros) de las ramas de los bonsái. Una técnica estética común en los diseños bonsái es exponer las ramas del árbol por debajo de grupos de hojas o agujas. En muchas especies, particularmente las coníferas, esto significa que aquellas hojas o agujas que se extiendan por debajo de sus ramas deben ser removidas. Para algunas variedades de coníferas, tales como el abeto, las ramas poseen agujas desde el tronco hasta su extremo y muchas de dichas agujas pueden ser removidas para mostrar la forma de la rama y su corteza. También se puede utilizar la eliminación de agujas y brotes en coníferas para forzar al brote en madera adulta, lo cual es algo que ocurre de manera natural en muchas coníferas.3​ Junto con la poda, la remoción de hojas es la actividad más común que se utiliza para el desarrollo y mantenimiento de bonsái, y es la actividad que se realiza con mayor frecuencia lo largo del año.

Podado[editar]

Las pequeñas dimensiones del árbol y cierto enanismo del follaje son el resultado de la poda del tronco, las ramas, y las raíces. A menudo la poda es el primer paso para transformar un espécimen de planta recolectado en un candidato para bonsái. La parte superior del tronco puede ser descartada para hacer que el árbol sea más compacto. Ramas grandes y pequeñas que no se ajustan al plan del diseñador serán eliminadas por completo, y otras serán recortadas para ajustarse al plan. Por lo general la poda posterior durante el ciclo de vida del bonsái es menos severa, y es realizada para por ejemplo aumentar la ramificación o promover el crecimiento de ramas que no han sido podadas. Si bien la poda es una práctica importante y común en el bonsái, la misma debe ser realizada con cuidado, ya que un podado inadecuado puede debilitar o matar los árboles.5​ Sin embargo, es necesario realizar una poda cuidadosa a lo largo de la vida de árbol, para mantener el diseño básico del bonsái, que de otra forma podría desaparecer bajo el crecimiento natural descontrolado de ramas y hojas.

Uso de alambre[editar]

En este espécimen de bonsái se observa un gran trabajo de alambre.
La envoltura de las ramas y/o el tronco con alambre de cobre o aluminiopermite al diseñador del bonsái crear la forma general que desea y hacer ajustes particulares en la disposición de ramas y hojas. Cuando se usa alambre en ramas nuevas o brotes, el mismo mantiene a las ramas en la posición deseada hasta que las mismas lignifiquen (se convierten en madera). El tiempo requerido es por lo general de 6 a 9 meses o una temporada de crecimiento en árboles caducifolios, pero puede ser de varios años para coníferas tales como pinos y abetos, que mantienen su flexibilidad a lo largo de varias temporadas de crecimiento. También se utilizan alambres para conectar una rama con otro objeto (por ejemplo, otra rama o la misma maceta) de forma que el tensionado del alambre ejerza fuerza sobre la rama. Algunas especies lignifican débilmente, y en algunas especies las ramas son demasiado rígidas o frágiles para ser dobladas con facilidad. Estos casos no se prestan al conformado mediante alambres, y las formas se obtienen principalmente mediante poda.

Grampas[editar]

Para especímenes de mayor porte, o especies con madera más rígida, los artistas del bonsái utilizan dispositivos mecánicos para darle forma a los troncos y ramas. Los más comunes son grampas con tornillo, las cuales pueden enderezar o doblar una porción del bonsái mediante una fuerza mucho más grande que la que provee un alambre. Para evitar dañar al árbol, las grampas son ajustadas en forma gradual a lo largo del tiempo y producen cambios a lo largo de períodos de meses o aun años.

Injertos[editar]

En esta técnica, se injerta material nuevo (por ejemplo un brote, rama, o raíz) en una zona preparada bajo la corteza del árbol. Existen dos propósitos principales para injertar en un bonsái. Primero, existen varias especies de las favoritas que no se desarrollan bien como bonsái sobre su pie de raíces y por ello a menudo sus troncos son injertados en un conjunto de raíces más resistente. Por ejemplo tal es el caso del arce rojo japonés y el pino negro japonés.3​ Segundo, el injerto permite al artista del bonsái agregar ramas (y a veces raíces) donde se las precisa para mejorar o completar el diseño de un bonsái.67​ Existen numerosas técnicas de injerto, ninguna exclusiva del bonsái, las mismas comprenden injerto de rama, injerto de brote, entre otras.

Deshojado[editar]

Es posible realizar la miniaturización del follaje durante un lapso corto en ciertos bonsáis caducifolios mediante el deshojado parcial o total de la planta durante la temporada de crecimiento. No todas las especies pueden sobrevivir a esta técnica. Para deshojar un árbol sano de una especie apropiada, casi todas o todas las hojas son extraídas mediante el corte del peciolo (el delgado tallo que conecta una hoja con su rama) de cada hoja. Posteriormente los peciolos se secan y se desprenden o son quitados a mano una vez que se han secado. Los árboles responden produciendo una nueva camada de hojas. Las hojas nuevas son por lo general mucho más pequeñas que aquellas de la primera camada, llegando a veces a medir la mitad de la longitud y ancho. Si el bonsái es exhibido en este momento, las hojas pequeñas contribuyen en gran medida a la estética del enanismo del bonsái. Este cambio en el tamaño de las hojas por lo general no es permanente, y las hojas de la primavera siguiente a menudo tendrán el tamaño normal. El deshojado debilita al árbol y por ello no debe realizarse dos años seguidos.8

Madera muerta[editar]

Los horticultores de bonsái pueden crear o modelar madera muerta utilizando las técnicas de jin y shari para simular edad y madurez del bonsái. Jin es el término que se utiliza cuando se quita la corteza de toda una rama para crear la impresión de una sección de madera muerta. Y shari es el proceso de quitar zonas de corteza del tronco para simular heridas naturales producto de una rama desgajada o el impacto de un rayo. Además de extraer la corteza, las técnicas de madera muerta también pueden incluir el uso de herramientas para producir cicatrices o para resaltar su grano, y el uso de químicos (por lo general polisulfuro de calcio) para blanquear y preservar la madera muerta.

Cuidado[editar]

Los árboles pequeños que se cultivan en recipientes, tales como el bonsái, requieren de un cuidado especializado. A diferencia de la mayoría de las plantas del hogar, arbustos de flor, y otras especies de maceta, las especies de árboles salvajes por lo general desarrollan raíces individuales de varios metros de largo y estructuras de raíces que abarcan un volumen de cintos o miles de litros de suelo. En cambio, un recipiente de bonsái típico permite que las raíces crezcan mucho menos de 1 m, y posee una capacidad de 2 a 10 litros de suelo y masa de raíces. El crecimiento de ramas y hojas (o agujas) en los árboles es también en grandes dimensiones. Los árboles salvajes por lo general alcanzan alturas de 5 metros o más cuando adultos, mientras que un bonsái de grandes dimensiones rara vez sobrepasa 1 metro y la mayoría de los especímenes son mucho más pequeños. Estas diferencias en el tamaño afectan la maduración, transpiración, nutrición, resistencia a las pestes, y muchos otros aspectos de la biología del árbol. Para mantener la salud a largo plazo de un árbol en un recipiente se requiere de varias técnicas especializadas de cuidado.

Medio ambiente de cultivo[editar]

La mayoría de las especies de bonsái son árboles y arbustos que en forma natural deben crecer en el exterior. Ellos requieren de condiciones de temperatura, humedad, y luz natural que se asemejen a las condiciones de su clima nativo a lo largo de todo el año. La habilidad del horticultor puede ayudar a que un bonsái proveniente de fuera de la zona de rusticidad local sobreviva y se desarrolle correctamente, pero para ello se requiere de un riego adecuado, protección de sol excesivo o del viento, y posiblemente protección durante el invierno (por ejemplo utilizando camas frías o invernaderos).2
Las especies comunes de bonsái (particularmente aquellas usadas tradicionalmente en Japón) son árboles de clima templado de zonas de rusticidad 7 a 9, y precisan temperaturas moderadas, humedad moderada, y sol pleno en verano con un período de letargo en invierno que pueden ser próximas al punto de congelación. Estas especies no prosperan en ambientes cerrados, en los cuales la luz es muy tenue, y la humedad a menudo es demasiado baja, para que estas plantas puedan crecer de forma apropiada. Solo durante su período de letargo es posible traerlas en forma seguro al interior, y aun así las plantas requieren temperaturas bajas, riego escaso, y condiciones de luz que se aproxime a las horas de luz en que el sol es visible. El elevar la temperatura o brindarles más horas de luz que las disponibles en el entorno exterior natural pueden resultar en que el bonsái salga de su letargo, lo cual a menudo lo debilita o lo mata.
Aun en el caso de especímenes de bonsái que son nativos de la zona del horticultor, el cultivo en exteriores requiere de prácticas de cultivo específicas para asegurar la sobrevivencia a largo plazo del bonsái. Los árboles utilizados en bonsái se encuentran limitados en cuanto a que deben crecer en una maceta relativamente pequeña. Ello reduce en gran medida el volumen de las raíces y suelo que normalmente se encuentran disponibles en un árbol que crece libremente, y hace que las raíces se encuentren mucho más próximas a la superficie del suelo que lo que ocurriría en estado natural. Los árboles es en macetas bonsái tienen mucho menos acceso al agua y a los nutrientes que en su ambiente natural, y el confinar las raíces modifica sus patrones de crecimiento e indirectamente el patrón de crecimiento e la parte de la planta que se encuentra por encima del suelo.
El horticultor tiene cierto control sobre las siguientes variables ambientales, y si los controla en forma efectiva para especímenes individuales puede asegurar la salud de las especies nativas que se cultivan como bonsái, e inclusive puede cultivar con éxito algunas especies no nativas.
  • Regado: Las diferentes especies de árboles poseen raíces con distintas tolerancias a la humedad del suelo. Algunas especies toleran un mojado permanente, mientras que otras son propensas a la podredumbre si el suelo permanece mojado por períodos prolongados. Una práctica estándar de bonsái es cultivar los árboles es en una mezcla de suelo que drene rápidamente, de forma que las raíces no se encuentran mojadas durante un periodo prolongado. Para compensar por la relativa poca capacidad de retención de agua del suelo de bonsái, es preciso regar con mayor frecuencia. El árbol absorbe humedad suficiente para sus necesidades mientras el agua pasa a través del suelo, luego el suelo se seca lo que disminuye las posibilidades de podredumbre. Es responsabilidad del horticultor asegurarse que se riega la planta con la frecuencia adecuada para satisfacer los requerimientos de riego frecuente que exigen ciertos bonsáis, o por el contrario limitar el regado en aquellos que prefieren poca agua o cuyas raíces tienen facilidad para podrirse.
  • Volumen del suelo: Si a un bonsái se le brinda un gran volumen de suelo se lo está invitando a que desarrolle sus raíces, con el correspondiente crecimiento del resto del árbol. Si el volumen de suelo es grande, el tronco aumenta de altura y de diámetro, las ramas existentes aumentan de tamaño y se desarrollan ramas nuevas, y el volumen del follaje se expande. El horticultor puede mudar un bonsái externo de una maceta a una caja de entrenamiento o al suelo libre para estimular este tipo de crecimiento. Si el árbol es colocado nuevamente en una maceta de bonsái el crecimiento del árbol reducirá su ritmo o se detendrá por completo, y puede llevar a la muerte de la planta si el volumen del follaje es demasiado grande para el reducido sistema de raíces que le debe dar sostén. La gestión del volumen de suelo disponible para el árbol le permite al horticultor controlar el tamaño del bonsái, y aumentar su vigor y hacer crecer nuevas ramas toda vez que sea preciso para un nuevo proceso de estilizado.
  • Temperatura: Las raíces de los bonsái en macetas se encuentran sujetas a variaciones de temperatura mucho mayores que las raíces de los árboles que penetran en la tierra. En bonsái de especies nativas, las temperaturas locales por lo general no causan daño al árbol. Para el bonsái de un clima nativo más cálido, el horticultor puede mejorar sus posibilidades de éxito, aislando el árbol de las condiciones locales durante el invierno, o aumentando de manera activa la temperatura de bonsái durante la temporada fría. Para árboles de climas ligeramente más cálidos que el local, las macetas bonsái pueden ser parcialmente enterradas en el suelo y cubrirse con una capa aislante de compost u hojas. En el caso de árboles es que provengan de climas significativamente más cálidos, es posible elevar las temperaturas utilizando invernaderos, de forma que los árboles es relativamente jóvenes no sean expuestos a temperaturas por debajo de las que pueden soportar. Ello puede extender artificialmente la temporada de crecimiento del bonsái, afectando los calendarios de riego y fertilización.
  • Luz natural: Por lo general los árboles requieren una importante cantidad de luz natural, y la mayoría de los bonsái necesitan de luz natural directa durante la temporada de crecimiento para desarrollarse correctamente. Algunas especies de bonsái tolerantes a la sombra no se desarrollan correctamente si recibe un exceso de luz natural directa, por ello es importante que el horticultor preste atención a satisfacer las necesidades específicas en cuanto a luz de cada espécimen de bonsái. Los bonsái tolerantes a la sombra se colocaran detrás de barreras (paredes, edificios), u otras estructuras que reduzcan el impacto de la luz natural directa.

Replantado en maceta[editar]

Un bonsái con sus raíces expuestas, listo para plantarlo en su maceta.
Los bonsái son replantados en su maceta y le son podadas las raíces a intervalos que dependen del vigor y edad de cada árbol. En el caso de árboles caducifolios, esta operación se realiza cuando el árbol está saliendo de su periodo de letargo, generalmente al comenzar la primavera. A menudo los bonsái son trasvasados de maceta mientras se encuentran en desarrollo, y con una frecuencia menor una vez que son maduros. Esto evita que se sientan constreñidos por la maceta y promueve el crecimiento de nuevas radículas, lo que le permite al árbol absorba la humedad de manera más eficiente. Con frecuencia los especímenes que se desea desarrollar como bonsái son colocados en "cajas de crecimiento", que poseen un volumen de suelo mucho más grande que el que posee una maceta de bonsái. Estas cajas de mayores dimensiones permiten que las raíces crezcan más libremente, con el consiguiente aumento del vigor del árbol y ayudando a que el tronco y las ramas se tornen más gruesas. Luego de algún tiempo en la caja de crecimiento, el árbol puede ser plantado en una "caja de entrenamiento" más compacta que le ayuda a crear una masa de raíces más reducida y densa desde la cual es más fácil trasplantarlo a la maceta final.

Herramientas[editar]

Conjunto de herramientas para bonsái (de izq. A derecha): cortador de hojas; rastrillo con espátula; gancho para raíces; cepillo duro; cuchillo cóncavo; cuchillo; alicate de alambre; tijeras pequeñas, medianas y grandes.
Existen herramientas especiales para el mantenimiento de los bonsái. La herramienta más común es la tijera de podar cóncava (5.ª desde la izquierda en la fotografía), una herramienta diseñada para podar en forma limpia sin dejar rebabas. Otras herramientas comprenden dispositivos para doblar ramas, alicates para alambre y tijeras de diversos tipos para realizar estilizados.

Suelo y fertilización[editar]

Suelo Akadama.
El suelo de bonsái por lo general es una mezcla de componentes sueltos de drenaje rápido,9​ a menudo basado en una mezcla de arena gruesa o gravel, pellets de arcilla cocida, o expanded shale combinados con un componente orgánico tal como turba o corteza. Los componentes inorgánicos proveen soporte mecánico a las raíces del bonsái, y en el caso de materiales de arcillas cocidas permiten retener humedad. Los componentes orgánicos retienen humedad y pueden liberar pequeñas dosis de nutrientes al irse descomponiendo.
En Japón, son comunes las mezclas de suelo para bonsái basadas en arcillas volcánicas. La arcilla volcánica ha sido cocida para crear pellets porosos, que retienen el agua. Variedades tales como akadama, o suelo de "bolillas rojasl", y kanuma, un tipo de piedra pómez amarilla utilizada para azaleas y otras calcifugas, son utilizadas por gran número de horticultores de bonsái. Materiales similares a base de arcillas cocidas son extraídos o fabricados en diversos países, y otros componentes de suelo tales como tierra de diatomeas pueden cumplir una función similar en el cultivo de bonsái. Existen importantes diferencias de opinión entre los horticultores de bonsái sobre fertilizantes y técnicas de fertilización. Algunos promueven el uso de fertilizantes orgánicos para aumentar una mezcla de suelo que es esencialmente inorgánica, mientras que otros utilizan fertilizantes químicos. Muchos siguen la regla general de “poco y a menudo”, donde se aplica con frecuencia una solución liquida diluida de fertilizante o una pequeña cantidad de fertilizante seco durante la temporada de crecimiento del árbol. El efecto de lavado o arrastre del riego frecuente quita del suelo el fertilizante que no ha sido metabolizado, evitando la acumulación potencialmente tóxica de los ingredientes de los fertilizantes.

Manejo de pestes[editar]

Las pestes que comúnmente afectan a los bonsái incluyen insectos tanto sobre como dentro del suelo, e infecciones, por lo general hongos. Un árbol bonsái sufre las mismas pestes que afectan a la misma especie en condiciones naturales, y también las pestes que suelen afectar a las plantas de macetas.10​ Muchas pestes son específicas de determinadas especies, una comprensión de la especie especifica es necesario para identificar y tratar las pestes. Los mismos materiales y técnicas utilizadas en plantas grandes se utilizan en los bonsái, con algunas variaciones menores. Por lo general los pesticidas químicos son más diluidos para bonsái que si fuera para su uso en una planta más grande, ya que sino se corre el riesgo que una aplicación estándar puede ser demasiado para los procesos biológicos de una planta pequeña como el bonsái.

Ubicación[editar]

Algunas zonas donde se puede apreciar el cultivo y cuidado del Bonsái para visitar en España son:
  • Andalucía: Jardín-Museo del Bonsái en Almuñécar (Granada).
  • Andalucía: Museo del Bonsái en Marbella (Málaga).
  • Cataluña: Mistral Bonsai, ubicada en Camarles (Tarragona), alberga la mayor exposición de bonsáis de Europa.
  • Cataluña: El Museo del Bonsái, en Les Cloquelles del mas Cornell (Gerona), dispone de una exposición de bonsáis y cerámica.
  • Castilla y León: Museo del BonsáiVillagonzalo Pedernales es el primer museo permanente de Bonsái de Castilla y León.
  • Comunidad Autónoma de Canarias: el Centro de Bonsái el Valle (Gran Canaria) situado en Teror es un centro que cuenta con árboles propios en exposición.
  • Comunidad de Madrid: Bonsái Colmenar, en Colmenar Viejo, es el centro de bonsái con la mayor colección de la Comunidad de Madrid, con una exposición permanente de más de 1.500 bonsáis, de casi 100 especies diferentes. La entrada es libre y se pueden hacer fotos pidiendo permiso al dueño.
  • Comunidad de Madrid: Bonsaikido, escuela de bonsái en el centro de Madrid, con exposición de bonsáis.
  • Comunidad de Madrid: Bonsáis La Perla, en Villarejo de Salvanés, exposición permanente de bonsái. Gran cantidad de especies tanto mediterráneas como japonesas y tropicales.
  • Comunidad de Madrid: el Museo Municipal de Bonsáis de Alcobendas gestionado por Luis Vallejo con una de las mejores colecciones de Europa.
  • Comunidad de Madrid: el Real Jardín Botánico de Madrid posee una exposición de bonsáis.
  • Comunidad de Madrid: David Benavente dispone de 1500 m2 dedicados al bonsái en Galapagar.
  • Comunidad Valenciana: Medibonsai, Germán Gómez en La Pobla Llarga de Valencia tiene una gran colección de bonsáis.
  • País Vasco: Irún Bonsái, ubicada en Irún (Guipúzcoa) Javier Lumbreras dispone de una exposición permanente de bonsáis.
  • País Vasco: Escuela de Bonsái David Quintana en Nanclares de la Oca dispone de una gran colección de bonsáis autóctonos.
  • País Vasco: Bonsái Center Sopelana de Beti Andrés en Sopelana, Vizcaya.

Exteriores[editar]

A veces se publicitan a los bonsái como plantas para el hogar, pero muy pocas de las especies tradicionalmente utilizadas para bonsái sobreviven en el interior de una casa típica. La mayoría de los bonsái son ubicados en exteriores. La mejor guía para identificar cual es el medio ambiente más adecuado para un determinado bonsái es su rusticidad nativo. Si el horticultor puede reproducir con precisión las temperaturas, niveles de humedad relativa y luz a lo largo del año, el bonsái crecerá sin inconvenientes. En la práctica esto significa que los árboles de una zona de rusticidad que se asemeja mucho a la de la zona donde se encuentra el horticultor por lo general serán las más fáciles de cultivar, mientras que los otros requerirán de más trabajo o directamente no serán viables.11

Interiores[editar]

Las especies tropicales y mediterráneas que por lo general requieren temperaturas constantes cercanas a los 20 C/25 C, provistas de adecuados niveles de luz y humedad pueden mantenerse en el interior de la casa a lo largo de todo el año. Aquellas de climas algo más fríos prefieren un período de letargo invernal, pero no es preciso la temperatura descienda tanto como para las plantas de climas templados y mediante una ventana orientada al norte (en el hemisferio norte) o una ventana abierta se pueden brindar las condiciones adecuadas durante unos pocos meses invernales.

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